May 25 2013 08:36 AM

Generalmente creemos que el ordeño es una operación independiente del resto de la granja porque la rutina de ordeño empieza y termina en la sala, pero en realidad es un esfuerzo en el que colaboran muchas personas. Por lo pronto, una

El autor es senior extensionista asociado en la Universidad de Cornell.

parallel milking parlor

A pesar de que la rutina de ordeño, se realiza en la sala, en realidad empieza mucho antes de que se colocan las unidades y también termina mucho después de que han sido colocadas.


Usualmente decidimos las rutinas de ordeño con base en nuestras preferencias, el tipo de diseño de nuestro centro de ordeño, el número de vacas, el número de ordeñadores y nuestras metas de calidad. Sin embargo, un proceso en donde colaboran varias personas debe incluir a sus ordeñadores, así como al administrador y al dueño.

Desde luego, muchas veces estos tres grupos son la misma persona. Sus ordeñadores son las personas que tienen la mayor influencia en el logro de las metas de calidad de la leche que han sido establecidas para su operación lechera; por lo tanto, cuando se crean las rutinas de ordeño, es imperativa la retroalimentación de todos los que ordeñan sus vacas.

Armonizando la rutina
La rutina de ordeño empieza con la primera interacción con la vaca y típicamente ocurre cuando las vacas son movidas de las áreas en donde están alojadas a la sala de ordeño. Las interacciones adversas con el ganado en el camino hacia la sala de ordeño pueden crear un escenario en donde no baja la leche, influyendo de esa manera tanto en el tiempo que duran colocadas las unidades de ordeño como en la cantidad de leche residual. Se requieren de 20 a 30 minutos para que una vaca regrese a su estado hormonal normal después de tan sólo una interacción adversa.

Una vez que las vacas están en el área de ordeño, la rutina preordeño requiere cuatro aspectos. Éstos son la limpieza y desinfección de los pezones, la detección de mastitis y el estímulo de la ubre. No hay una "regla de oro" para la rutina de ordeño. Sin embargo, hay unos cuantos factores importantes que necesitan ser incluidos en todas las rutinas.

El despuntado sirve para dos propósitos. El primero es la detección de leche anormal y el segundo el estímulo de la ubre. El despuntado es la única forma de detectar visualmente la leche anormal durante el proceso de preordeño.

En seguida, los pezones, y especialmente sus puntas, necesitan ser limpiados. La limpieza de la punta del pezón es importante para la calidad de la leche y para la salud de la punta del pezón misma. Al igual que con cualquier forma de limpieza, se requiere menos tiempo para limpiar el pezón y su punta si ambos entran a la sala de ordeño sin materia orgánica adherida. Se necesita tiempo para limpiar un pezón sucio, pero una vez que usted haya limpiado la punta de un pezón será más fácil mantenerla limpia en el futuro.

El uso de un presellador probado ayudará en la prevención de la mastitis ambiental. El sellador de pezones fue desarrollado para ser un agente desinfectante, no un agente limpiador; de modo que la aplicación de un sellador a pezones sucios impide que se logre el propósito de desinfectar un pezón. Los pezones que están extremadamente sucios deben ser limpiados antes del presellado utilizando toallas que se usen una sola vez.

Los tiempos son todo cuando hablamos de la rutina de ordeño. Es indispensable la consistencia entre vaca y vaca y en todos los ordeños; por lo tanto, es importante perfeccionar la rutina de ordeño. Si un ordeñador no está haciendo algo bien durante el proceso de ordeño, entonces todos los tiempos y movimientos de todas y cada una de las vacas van a ser diferentes.

Cuando se ordeña a las vacas dos veces al día, el tiempo empleado en la preparación de la ubre debe ser de 60 a 90 segundos. Cuando se ordeña tres veces al día, el tiempo de preparación debe ser de 90 a 120 segundos. Es importante asegurarse que la ubre de cada vaca en cada turno de ordeño sea preparada en el mismo tiempo.

Calidad de la rutina
Una vez que ha sido colocada la unidad de ordeño, su función es asegurar que no se pierda la calidad de la leche. La nivelación (alineación) de la unidad de ordeño es una de las áreas a las que se les presta menos importancia durante el ordeño. Si las unidades no están alineadas, las pezoneras se resbalarán y pueden aumentar muchísimo las caídas de copas. También puede provocar ordeño disparejo.

La unidad de ordeño debe quedar colgando cuadradamente por debajo de cada cuarto y estar paralela al piso. Un resbalón de pezonera causa reflujo de aire – una forma no deseada de entrada de aire en la unidad de ordeño. Esta entrada de aire causa la formación de aerosoles que pueden introducir bacterias al canal del pezón de los otros cuartos, poniendo a las vacas en riesgo de mastitis. Escuche continuamente y asegúrese que todas las unidades estén alineadas adecuadamente. Cada vaca debe ser observada para constatar la nivelación de la unidad durante el proceso de ordeño.

Los valores preestablecidos apropiados de retiro de las unidades también son un aspecto del proceso de ordeño que no debe ser pasado por alto. Una unidad de ordeño colocada sin flujo de leche puede causarle problemas a la punta del pezón. Debe evitarse en todo lo posible establecer el retiro de las unidades de ordeño en "modo manual". Recuerde a sus ordeñadores que deben limitar lo más que se pueda recurrir al retiro manual de las unidades de ordeño y que una unidad que se queda colocada por demasiado tiempo puede conducir a problemas futuros de salud.

El sellado post-ordeño con un sellador probado ayudará en la protección de la punta del pezón hasta que ésta se cierre. El post-sellado es usado en el control de patógenos contagiosos causantes de mastitis. El uso de un sellado post-ordeño con emolientes también puede mejorar la salud de la piel del pezón y reducir el riesgo de que las bacterias colonicen las cuarteadas en la piel del pezón.

El movimiento de las vacas de regreso al corral es el paso final de la rutina de ordeño. Mantenga limpios los pasillos de ida y regreso de la sala de ordeño para no contaminar la ubre con estiércol durante el movimiento de las vacas. Asegúrese que los echaderos estén limpios y secos cuando regresen las vacas al lugar en donde estén alojadas. Debe haber alimento fresco disponible cuando las vacas retornen a su corral para que permanezcan paradas y haya tiempo para que se cierre la punta del pezón antes de que se echen. Normalmente se requiere de una hora para que se cierre la punta del pezón después del ordeño.

Califique su rutina de ordeño
El entrenamiento de los ordeñadores y su seguimiento son cruciales para el ordeño exitoso. La mayoría de las rutinas de ordeño son implementadas en una sesión de entrenamiento durante un periodo corto. Cuando hay una nueva rutina de ordeño también hay cambios y los cambios significan hábitos nuevos.

Sin retroalimentación, los ordeñadores pueden no saber por qué están realizando una tarea o si la tarea tiene un beneficio positivo. Enséñele a sus ordeñadores los resultados de calidad de la leche que den seguimiento a su progreso e incluso considere un programa de incentivos para todos aquellos que tienen un impacto sobre la calidad de la leche.

El seguimiento es algo más que tener una reunión con los ordeñadores y discutir el último reporte de calidad de la leche. El seguimiento requiere que el administrador o encargado invierta tiempo en la sala de ordeño observando la rutina de ordeño. La tecnología moderna relacionada con el ordeño de vacas nos puede decir mucho sobre los flujos de leche, vacas ordeñadas por hora, etc. Se requiere observación visual de la rutina de ordeño para ver si la rutina que se está siguiendo amerita el uso de más toallas, si las vacas están demasiado apretadas en el área de espera a la entrada de la sala de ordeño, o si se está usando demasiada agua en el área de ordeño durante el proceso de cosecha de leche.

Se necesita más de una sesión de una o dos horas de entrenamiento para lograr que una nueva rutina de ordeño se haga correctamente. Muéstrele a los ordeñadores lo que desea que hagan, no sólo con palabras, sino con hechos. La gente es la clave para el éxito de la rutina de ordeño.

Su rutina de ordeño es el área de calidad de la leche en la que la gente tiene el mayor control, pero también es la que tiene mayor variación entre ordeñador y ordeñador y entre un turno y otro de ordeño. El diseño del centro de ordeño, tipo de sala, número de vacas que se van a ordeñar, número de ordeñadores y metas de calidad de la leche todos tienen influencia sobre los pasos que se deben seguir en la rutina de ordeño. Una vez que se han cubierto sus metas de calidad de la leche, será más fácil mantenerse en ese nivel de calidad en comparación con el esfuerzo que se requirió para llegar allí. La creación de la rutina de ordeño debe incluir el área directriz (administrador y/o encargado) y el área de implementación (ordeñadores) a fin de lograr el mejor rendimiento posible.

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